Mamá y bebé: el control prenatal y su importancia para un parto sano y feliz

Para los futuros padres el embarazo es una experiencia maravillosa y única. Sin embargo, trae consigo una gran responsabilidad. Y es que de los cuidados que se tengan desde el inicio dependerán el crecimiento y desarrollo del bebé.

Por ello, una actividad primordial durante esta época es la asistencia a los controles prenatales, de forma que el especialista pueda vigilar la evolución del embarazo y preparar a la madre para el parto y la crianza.

Cada cuánto ir a control

El control prenatal es una visita mensual al obstetra, en la cual se realizarán distintos exámenes para ver que todo evolucione con normalidad.

Todas las embarazadas deben asistir a una cita médica mensual hasta la semana 28, luego quincenal hasta la semana 36 y semanal desde la semana 37 hasta el nacimiento.

Si se trata de un embarazo de alto riesgo las consultas dependen de lo que el médico considere prudente.

Controles por trimestre

Durante cada trimestre se deben hacer distintos exámenes:

Primer trimestre:

La primera cita sirve para evaluar la salud de la futura madre, y determinar que está en buen estado para el desarrollo del bebé. Es necesario:

  • Realizar un análisis de sangre para identificar el Rh, realizar un recuento de glóbulos rojos, descartar la presencia de sífilis, hepatitis B, VIH, inmunidad a la rubéola o al sarampión y existencia de toxoplasmosis.
  • El médico pedirá una muestra de orina para descartar infecciones urinarias y otros problemas.
  • Durante la primera cita se investigan los factores de riesgo (como obesidad y edad), los antecedentes personales (hipotiroidismo, diabetes, enfermedades crónicas, etc.), antecedentes familiares, cirugías previas y antecedentes obstétricos (embarazos, cirugías de orden obstétrico, tratamientos por esterilidad, etc.).

Además, se deberá realizar la primera ecografía, que ayudará a confirmar el embarazo y definir la fecha probable del parto.

Otro examen que podría realizarse es el ultrasonido transvaginal, que permite determinar la localización, el número de embriones, la edad gestacional y viabilidad.

Segundo trimestre:

Entre las semanas 13 y 28 es indispensable continuar con los exámenes rutinarios:

  • Exámenes de orina.
  • Monitorear el ritmo cardiaco del bebé.
  • Examinar el tamaño del abdomen.
  • Examen físico.
  • Ultrasonidos para observar el desarrollo del bebé y averiguar el sexo.

A lo largo del segundo trimestre, el médico tratante podrá pedir más exámenes de acuerdo con la edad, estado de salud y la historia médica de la madre. Uno de ellos podría ser la amniocentesis, que consiste en el estudio de una muestra de líquido amniótico para el diagnóstico cromosómico, de infección perinatal u otros trastornos.

Tercer trimestre:

En el último trimestre del embarazo, las madres visitan al médico con mayor frecuencia. En estas citas se continuará con los exámenes de rutina:

  • El examen físico habitual, que ahora tomará en cuenta la retención de líquidos, frecuencia cardiaca fetal, actividad fetal y posición fetal.
  • Chequeo de cérvix para ver si está dilatándose y adelgazándose.

Adicionalmente, el médico brindará información sobre el parto y el posparto, y estará atento cualquier sintomatología que la madre exprese.

Recuerde, un adecuado control prenatal es vital para un embarazo y parto sanos y felices.

 

Fuentes

https://www.sura.com/blogs/calidad-de-vida/importancia-control-prenatal.aspx

https://www.jnjcolombia.com/cuidado-del-bebe/la-importancia-del-control-prenatal

http://www.abcdelbebe.com/embarazo/primer-trimestre/importancia-de-los-controles-prenatales-13878