La ecografía es una de las herramientas mas útiles para controlar el embarazo.

Se basa en ondas sonoras de ultrasonido las cuales al entrar en contacto con los tejidos y fluidos del cuerpo rebotan como ecos que van a ser convertidos en imágenes.

Sus principales usos son ver al feto dentro del útero para valorar su crecimiento y desarrollo, estimar las semanas de gestación y detectar anomalías congénitas.

En las ecografías básicas del embarazo se proporciona información sobre la posición del feto, su frecuencia cardiaca, estimación de su tamaño y peso, cantidad de liquido amniótico, localización de a placenta, numero de fetos, y su sexo.

Existen exámenes de ultrasonido especializado los cuales se realizan si se sospecha algún problema con el embarazo. Un ejemplo de este tipo de ecografías es el Doppler fetoplacentario el cual se utiliza en el seguimiento de las alteraciones de la tasa de crecimiento de los fetos.

Según las semanas de embarazo la ecografía puede realizarse por vía vaginal o por vía transabdominal. Actualmente no existe evidencia que la ecografía pueda generar ningún tipo de daño en el desarrollo del feto.