El primer trimestre del embarazo es considerada una etapa crítica.

Dado que es en esta etapa donde se está dando todo el proceso de formación fetal, y así mismo es en esta etapa donde se dan el mayor número de pérdidas de la gestación.

Durante el primer trimestre existen riesgos de que el saco o el embrión no se formen de manera adecuada, lo que lleva a las pérdidas o abortos. También es en esta etapa donde se dan las anormalidades de la implantación lo que genera los embarazos ectópicos, los cuales en circunstancias extremas, pueden incluso poner en riesgo la vida de la madre.

También al final del primer trimestre (semana 12 a 14 de gestación) es cuando se realiza el tamizaje genético, examen orientado a valorar la posibilidad de síndrome de Down u otras enfermedades similares. También en esta etapa se puede valorar el riesgo de parto prematuro, de bajo peso al nacer y de preeclampsia, situaciones que pueden tratar de controlarse desde esta época.

El cuerpo de la mujer empieza a adaptarse al feto, el cual actúa como un «cuerpo extraño». Esto desde el punto de vista inmunológico es muy importante dado que implica unos ajustes en el sistema de defensas de la mama. Asimismo, mujeres q no tengan unos mecanismos inmunológicos adecuados pueden afrontar pérdidas repetidas de la gestación.

También los cambios hormonales suelen generar los tipicos sintomas del embarazo como mareo, náuseas, distensión abdominal, cefalea, etc; los cuales si bien no son especialmente riesgosos si suelen ser muy molestos.
En el feto se está dando todo el proceso de formación y por ende cualquier situación q influya de manera negativa en este (alucinógenos, alcohol, medicamentos, infecciones, entre otros) puede llegar a generar malformaciones de diferente magnitud o incluso la muerte fetal.

Nunca se puede decir q el embarazo dejó de ser riesgoso. Sin embargo, el segundo trimestre (semana 14 a 28) suele ser una etapa tranquila. La mayoría de las alteraciones maternas se dan o al principio o al final del embarazo

Siempre y cuando no haya sangrado, las actividades maternas no necesitan restricciones. La mujer puede hacer una vida normal, hacer ejercicios que no impliquen impacto, trabajar, conducir, etc.
es importante el inicio temprano de controles prenatales, inicio idealmente en la etapa prenatal de multivitamínicos, y la realización de los exámenes que el médico considere pertinentes para tratar de garantizar hasta donde sea posible, el desarrollo adecuado de la gestación.